Tanto el erudito como el buen aficionado a la lectura de libros de Historia se hallará algo extrañado por la presentación de este libro y los acontecimientos relatados en los diversos capítulos, no concordando ni con la cronología ni con las bases consideradas fundamentales de la "Historia Oficial".
Antes de iniciar el estudio de las antiguas escrituras me encontraba en la misma situación (en cuanto al conocimiento histórico se refiere) que la mayoría de los historiadores cuyos libros había leído atentamente y por constatar en estos muchas contradicciones y hechos inverosímiles pensé que la clave de la Historia residía en la lingüística y descifre de todas las escrituras reputadas indescifrables.
Trabajé exhaustivamente con textos Ibéricos mas el que me dio aquella clave fue el llamado - Disco de Faistos -. A partir de su lectura correcta pude traducir mi primer texto Ibérico. Luego vinieron muchos otros. Algunos, los menos, procedentes de Museos y otros más numerosos de colecciones particulares o semioficiales.
Después de los ibéricos y los denominados Etruscos o Griegos arcaicos me puse a la tarea de traducir abundantes inscripciones de los antiguos egipcios. Más tarde me enfrenté a la escritura cuneiforme. Finalmente tuve la suerte de acceder a libros Árabes muy extensos y de una antigüedad de cuatro, tres y dos mil años.
No me atrevo a decir cuántos textos he llegado a leer, desde los de cinco a diez signos hasta otros que vertidos cada cual en un libro como este (748 páginas) necesitarían de tres a cuatro volúmenes.
Sin embargo, tras haber recorrido los principales Museos y conseguido la mayor parte de los publicados, me faltaron textos para traducir. Pero pronto supe donde podrían hallarse en cantidad... y hoy dispongo de textos suficientes para seguir investigando por muchos años.
Para mi sorpresa, y desde el principio, descubrí varias cosas muy importantes:
- Que los hechos de María e Iezus eran muy anteriores al Cristianismo y antes del advenimiento de dicha Religión y de la Musulmana actual. Se creía solamente en Dios Creador o Dios Padre (Los Paios), en Dios Todopoderoso y en Dios Be (Los Bere) y en ningún momento los pueblos antiguos se refirieron a otros Dioses, tal como se pretende ahora.
- Que la mayor parte de los acontecimientos citados en los libros de Historia o no tuvieron nunca lugar o han sido completamente tergiversados, como por ejemplo la actuación de los Romanos en la península Ibérica, todo cuanto se relaciona a Cartago o la guerra de Troia.
- Que nadie antes de mí pudo descifrar correctamente los textos Íberos, Etruscos, los jeroglíficos egipcios, los de Creta u otros lugares ni la escritura cuneiforme, siendo buena prueba de ello las cuantiosas informaciones facilitadas por aquellas inscripciones que hubieran sido aprovechadas por una infinidad de aventureros, políticos y saqueadores.
- Que la traducción oficial de la mal llamada escritura Griega no es correcta.
- Que la interpretación de las piezas arqueológicas, estatuas, relieves, monedas, pinturas, etc. está equivocada.
- Que los Griegos, entendiendo como tales gentes los nativos de la nación actualmente llamada Grecia aquí en Europa Occidental, no estuvieron nunca en la península Ibérica ni en Italia ni en Francia y por lo tanto no fundaron las ciudades a ellos atribuidas.
- Que la nación más importante de la Antigüedad fue el - Imperio Paio -, fundador de las principales ciudades actuales o desaparecidas, incluidas cuantas existieron o existen en Grecia, Próximo Oriente e Italia, por citar tan solo tierras reputadas como muy históricas y consideradas creadoras de múltiples ciudades.
He presentado el resultado de mis investigaciones de tres maneras distintas:
- Exponiendo textos originales y comentándolos.
- Sirviéndome de las informaciones facilitadas por estos textos y por otros que publicaré en volúmenes sucesivos (por ser de escritura diferente a la Ibérica, la cual quise mayormente emplear en este libro a pesar de ser la menos abundante) he reproducido los acontecimientos ofrecidos en las páginas que siguen a continuación.
- Haciendo uso del razonamiento, he considerado con todo el rigor científico posible las consecuencias históricas deducibles.
Alexandre Eleazar (del prólogo).
- En sus 748 páginas contiene más de 40 textos traducidos y comentados,
11 mapas antiguos, fotos de piezas arqueológicas, cuadros sinópticos,
gráficos y un extenso glosario toponímico -.
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