El ser humano es una mezcla indisoluble de biología y cultura. Por eso nuestra felicidad depende, en gran medida, del equilibrio entre ambas naturalezas, que avanzan hacia objetivos diferentes aunque no contrapuestos. La dicotomía sexual, fundamental en la base biológica de nuestro comportamiento, determina unas características que afectan a nuestros roles sociales. La ideología de género, con su negación de la base biológica de la persona, trata de construir un ser humano basado solo en su natruraleza cultural, lo que genera en el individuo concreto un alto grado de infelicidad e irracionalidad. La autora, haciendo uso de un lenguaje claro y divulgativo, desmiente los postulados y conclusiones de la ideología de género desde campos tan diversos como la antropología, la neurofisiología, anatomía y, sobre todo, la realidad, el sentido común y la experiencia cotidiana. La primera parte desarrolla el origen, la expansión y la relación con los lobbies homosexualistas de este
Comentarios